Advierte que «no se debe esperar de la conferencia un alegato contra la ley antitabaco, ni un posicionamiento político, simplemente la libertad que tiene cada uno para decir lo que quiera y lo que le parezca oportuno sin ofender a nadie». Así se presenta Enrique Antonio García Caraballo, abogado gaditano y miembro del club Pasión Habanos, una entidad privada que funciona a nivel nacional. García Caraballo es el próximo invitado al ciclo de conferencias del Aula HOY. Con su charla, titulada 'Fumar, ¿un arte vetado?', «sólo» viene a defender que encender un puro y darle caladas también puede ser algo artístico.
«La idea es argumentar por qué considero que fumar es un arte, eso sí, un arte menor, no estamos comparándolo con la pintura, la escultura o la música. Según la Real Academia de la Lengua (RAE), el arte es un conjunto de preceptos y reglas para hacer bien algo. Pretendo compartir mi experiencia sobre cómo fumar bien para que sea un placer y no un vicio o una costumbre que moleste a los demás».
Se define a sí mismo como 'fumador no empedernido', «como esos que fuman cigarrillos por la ventana... Para mí es algo más placentero».
Un lugar y una compañía
En su conferencia, García Caraballo ofrecerá las pautas para que un fumador sepa convertir su hábito en arte: «Hay que buscar, por ejemplo, un momento y un lugar adecuado. Lo que nos ha quedado hoy en día (por la ley) es un domicilio particular, una terraza o un club de fumadores. Al aire libre me parece una barbaridad fumarse un puro porque se apaga, es molesto, se va la ceniza... Te puedes fumar un cigarrillo, pero un cigarro puro no». En ese sentido quiere dejar claro que, cuando habla de arte, sólo hace referencia al hecho de fumar puros o en pipa. «En la charla pido perdón a los consumidores de cigarrillos por no incluirlos en el arte porque entiendo que eso no tiene arte ninguno».
Otro aspecto a tener en cuenta, según Caraballo, es la compañía. «La soledad también puede ser la compañía. O también un café, una copa de licor...».
A la hora de consumir es igualmente necesario llevar un protocolo: «En el caso del puro, hay que saber bien elegir el oportuno para la ocasión. Depende de si vas a tomar una café, o es una sobremesa larga o es una noche de charla. También influye la manera de encenderlo, no es conveniente con un mechero de gasolina o una vela que pueda dar olor, sino con una cerilla larga. Y hay que fumar disfrutándolo, no acabando uno mareándose porque tiene prisa o terminar con sabor amargo porque has fumado más de la cuenta o lo has calentado demasiado».
García Caraballo también hace distinción entre la pipa y el puro. «La pipa es más para el aire libre o el paseo, el puro es para estar sentado, aunque yo soy partidario de fumar siempre sentado. El puro es más para la intimidad y bajo techo salvo que haya muy buenas condiciones climáticas para poder consumirlo en una terraza».
Dice que es su primera charla pública acerca de cómo consumir tabaco y que quiere que se trate de algo didáctico. Aunque también da su opinión sobre la ley antitabaco: «Estoy en contra porque me ha dejado sólo dos sitios para fumar: mi casa y la terraza del bar. Pero la ley hay que cumplirla nos guste o no, no la voy a aplaudir, pero tampoco quiero que la conferencia se convierta en un alegato político contra ella», insiste este abogado.
Gracias Hoy.es
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